SILENCIO
Sosegado el viento,
entra en casa de Ítaca.
Tímido y a sus anchas,
se enaltece,
al poder mezclarse con los olores,
que el Alquimista ha estado preparando,
para Él.
Puede sentir el miedo y un calor,
que casi hierve;
parece que el acto va a comenzar.
Redoble de platillo.
Hoy,
no hay nada que esperar.
entra en casa de Ítaca.
Tímido y a sus anchas,
se enaltece,
al poder mezclarse con los olores,
que el Alquimista ha estado preparando,
para Él.
Puede sentir el miedo y un calor,
que casi hierve;
parece que el acto va a comenzar.
Redoble de platillo.
Hoy,
no hay nada que esperar.
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