No es acaso el silencio eterno y a la vez tan concurrido, no es acaso la mente la que desea que no esté, porque no es capaz de olvidar el abismo . No será falta de espíritu independiente, para olvidar la presencia. Descubre pues tu sed de ansia y báñate en ella, una y otra vez . Aunque el frío pese, aunque el frío queme, aunque no haya sombra, lánzate a la aventura, de tú , dónde tus siete o más almas, todas propias, creen debate, en la ignorancia de la historia.