GANAS DE VIVIR - ÁFRICA


  La vigilia presenta la oscuridad que hice luz,
Noche tras noche velando por la búsqueda de la nada,
Sufridor nato en contrario beneficio por lo que luchaba.

Temía mi origen y más aún mi evolución,
Pues las dudas por mí misma,
Creaban desolación.

Presentada sin principios es mi personalidad,
Pues aún temo y mitifico que lo mío es superar.

No a los demás;
Eso es pésimo;
Es amargura,
Pues ni tu ni ellos alcanzareis el estrambótico mundo de la duda.

Son las joyas de la vida las que alteran las sonrisas,
La estrechez de las miradas,
La amplitud de las desdichas.

Delicado es lo que mi vientre hizo,
Por miedo a la vida, por miedo al olvido.
Encerré mi persona entre viejas verjas soldadas,
De material fortificado con uniones reforzadas.

Escondí mis sentimientos mostrándome de dureza pedrea,
Vacilando con reproche las propuestas que eran ajenas.
Odiaba las mías, contradiciéndome las creía.

Observaba los cuerpos minusvalorando mi propiedad,
-Inserte dos dedos en mi boca -,
Una y otra vez,
Una y otra vez.

Pedí ayuda pasados los años,
El diálogo no hizo extraños.

El fatuo comportamiento hizo evidencia,
Lo cual hizo esconder mi presencia.

Aposté por mi voluntad,
por cerrar mis miedos,
Por olvidar un tiempo reinventándome,
Reconstruyéndome,
volviendo a hundirme,
Volviendo a crecer.

 Son cosas de la edad,
Cosas que no se han de probar,

Cosas que no se han de ocultar.

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