"Está uno toda la vida arando cuando de repente, se da cuenta de que quiere unos prismáticos: el hidalgo no pedírá nada."
Tendencia que emerge hacia las aguas más calientes y profundas del terreno habitado, se distingue en la penumbra un borracho y un soldado intentando luchar con las fuerzas de las que ambos disponen por la batalla que no argumenta la causa, si no el fondo en la ruta llena, turbados son ambos en los sonidos de espadas pues chasquean cual manos en ritmo cegado en la orquesta de piezas extrañas, tin tan, tin tan, replica el instrumento, tin tan, tin tan, de nuevo el argumento. No oprime el sentimiento, lo alza y deja al vuelo, sin nada que decir, es libre el niño-adulto al ser dos en vez de uno, no disimula sus gestos, si añora busca señora, si estima, no desafina, pues al fin y al cabo carne es, eso decían.
La monotonía no es virtud en esta loca, pues si solo así se aburre, cambiar es la rutina; pobre del que en un traspiés tropiece.
La monotonía no es virtud en esta loca, pues si solo así se aburre, cambiar es la rutina; pobre del que en un traspiés tropiece.
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