Sentía tu gran cuerpo audaz, feroz y puntiagudo metiéndose en mis entrañas; no era solo amor, aquello era algo más, era un placer ardiendo deliciosamente en mi boca, aspiraba tu ser, puro sexo; pura depravación, satisfacción entre mis dedos, chisporroteaba en el agua como barco en el mar, el calor se hacía en mis labios, en mis dedos, era la tercera vez esta noche. Solo acababa de empezar y ya era vicio, “malsano”, me hacía sentir reina de la oscuridad, del momento, de tu cuerpo.
Chisporroteaba de nuevo en el agua, en tus curvas, era un trípode estupendo, las luces apagadas, dos llamas encendidas, soplaba, flotaba, pensaba, escribía. ¡Oh! Era increíble, superior. Lo era.
Ver cómo te acababas me llenaba de tristeza, llenabas mi cara de gris blanquecino desenfocado, de una esencia que no recordaba pero que era diaria en la vida, jamás cercana en mi infancia, en mi inocencia, en mi amargura.
http://www.youtube.com/watch?v=DMElCZ8xSBA
Chisporroteaba de nuevo en el agua, en tus curvas, era un trípode estupendo, las luces apagadas, dos llamas encendidas, soplaba, flotaba, pensaba, escribía. ¡Oh! Era increíble, superior. Lo era.
Ver cómo te acababas me llenaba de tristeza, llenabas mi cara de gris blanquecino desenfocado, de una esencia que no recordaba pero que era diaria en la vida, jamás cercana en mi infancia, en mi inocencia, en mi amargura.
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