Interés tenían por saber quién era,
quién es
o quién fuera;

Incognitas en las preguntas,
Claridad en las miradas;
no era necesario decir nada,
era valor y presencia secuenciada.

Responsabilidad en cuanto horario;
poco hablador (o eso representaba)
consecuencia de su precisión en las palabras.

Tenía perfectamente organizada la apariencia,
sin usar apenas ciencia.

Era todo metodología, rutina;
divertida alegoría.

"Las mismas caras" "Los mismos cuentos"
"te preguntaste cómo" "te preguntaste cuánto"
"Te respondiste veinti-tantos"

Yo me preguntaba, ¿habrá enmudecido por escribir todo lo que opina?

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