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Cuestión de tiempo,
cuestión de acción.

¿realidad o ficción?.

Quién sabe lo que forjará el camino,
parece de buen ver;

En una escueta semana debía retroceder,
una fuerza superior me aleja de tal fragor.

Siete y digo siete días más,
convertidos en desdén,
hipotermia en este mismo lugar,
otro día partiré con maleta y equipaje,
pero se de sobra que ahora no es el momento,
he decidido quedarme aquí.

En la orilla del mar, la luz del sol jugaba con su ausencia, la sombra. Ambas recorrían sendos caminos, pero jamás se unían, muchas veces coincidían en el mismo lugar, pero siempre guardando las distancias por respeto.
Formaban un gran conjunto, pues cuando alguna de las dos mostraba alguna carencia en sus características para ejercer su labor, la otra estaba allí para ofrecerle aquello que fuera capaz de hacer, dentro siempre de los límites establecidos.
Un día como otro cualquiera, no; quizás... no era cualquier día, la luz pensó que en la proximidad del tiempo se rompería esa barrera y decidió contarle a la sombra cómo había pensado hacerlo. La sombra se atemorizó al oír las palabras con que la luz brillaba aquel día y el miedo se apoderó de ella, decidió pensar en otros temas como proteger a los niños en la playa, siendo poder en un grupo y que el mismo la mantuviera ocupada.
Pero todo esto no era bastante, a la sombra le gustaba pensar, estuvo esperando en la oscura playa frente a barcos, decidió salir de allí por un instante y sentarse en un banco a escribir, le gustaba aquella sensación de soledad momentánea en que disfrutaba de momentos para ella sola, algunos pensaban que era un poco egoísta,y solitaria pese a su don de contacto por el día, pero ella disfrutaba de su mente, de su libertad,del sonido de la brisa y como se le metía aquel bienestar en todos y cada uno de los poros de su piel.
Al día siguiente la luz apareció de nuevo, siendo la sombra su compañera de juego. Tras su noche de soledad y pensamiento la sombra le dijo a la luz que aún no era el momento, y ¿cómo pensaba hacerlo sin que cada una perdiera aquella independencia que tanto les gustaba a las dos?
La luz tomó consciencia de la situación y pensó que esta tenía razón, pero dejaron un pacto sellado sobre la arena. "Quizás algún día se rompa la barrera."

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