AL BORDE DE LA MUERTE

 

QUEDAR ENMUDECIDA Y PARALIZADA. 

La llama se hizo con mi ser, sentí como me quemaba. Abrir la puerta para salir corriendo de allí, las llamas trepaban por la paredes qual lagartija por una pared, no cesaban, creí que no saldría de allí. 

Las paredes de madera se teñían de carbón al igual que mi alma en aquel momento, ví el fin por un instante que creí eterno, traté de abrir la puerta trasera al verme encerrada en aquella nube de fuego pero no podia, solté la llama de mi mano al sentir mi ser prender con la sencillez del papel, y pese a todo doy gracias a la nada por mantenerme aquí. 

Puede que la realidad fuera una advertencia de la ficción siendo la lección.

JUGAR CON FUEGO PUEDE SER PELIGROSO.