Asomada a la ventana, reposaba sus codos sobre la repisa, tenía la vista perdida y un sentimiento de una enajenación superior, veía el horizonte sin apenas apreciar los detalles que el mismo le regalaba. Podía respirar olores diferentes; llenaba los pulmones pensando que aquella sensación sería de una larga estancia, o, aquello era lo que su ser deseaba. Se sentía fuerte, irrompible, segura e incapaz actualmente de compaginar su vida con otro ser distinto a ella, no sabía si aquello se podía establecer, pero era consciente que en aquel momento le era imposible.

Comentarios

Entradas populares