Recuerdos de café
No solo significa noches de insomnio en el escritorio junto a un pitillo casi fundido que desprende un gran olor a tabaco negro y miles de apuntes desordenados que no hay por donde cojer.
Hermoso, sí tú, después de tanto tiempo jugamos hoy en la misma base, con el mismo equipo y en el mismo campo, todo sucede en distintas estaciones, pero son los mismos lugares que recorriamos desde que nuestro calzado llevaba marcado un nº25 en la parte q rozaba el cemento y la arena del parque, hoy el tuyo casi dobla el nº que tengo en el recuerdo y nuevas pinturas han cubierto las grietasy paredes en las que nuestras amplias espadas se apoyaban para saborear los dulces y tostados caramelos que recibiamos al ir a su casa,ese sabor... intenso a café con leche que pese a odiarla en taza, tanto nos gustaba en aquel dulce. Esta mañana mamá,ha vuelto a traerlos como hizo cuando dejamos de pisar su casa; la vida de su hija, ha descendido y maldigo verla así, ella merecía mucho más. Pero, se que si un día saboreamos uno de estos caramelos a la vez, cerramos los ojos y contamos hasta tres, podremos volver mientras dure el sabor a aquellos momentos, de comida singular, con revistas para elegir los tres libros que desearamos y dejar volar por un momento nuestra infantil libertad.
Hermoso, sí tú, después de tanto tiempo jugamos hoy en la misma base, con el mismo equipo y en el mismo campo, todo sucede en distintas estaciones, pero son los mismos lugares que recorriamos desde que nuestro calzado llevaba marcado un nº25 en la parte q rozaba el cemento y la arena del parque, hoy el tuyo casi dobla el nº que tengo en el recuerdo y nuevas pinturas han cubierto las grietasy paredes en las que nuestras amplias espadas se apoyaban para saborear los dulces y tostados caramelos que recibiamos al ir a su casa,ese sabor... intenso a café con leche que pese a odiarla en taza, tanto nos gustaba en aquel dulce. Esta mañana mamá,ha vuelto a traerlos como hizo cuando dejamos de pisar su casa; la vida de su hija, ha descendido y maldigo verla así, ella merecía mucho más. Pero, se que si un día saboreamos uno de estos caramelos a la vez, cerramos los ojos y contamos hasta tres, podremos volver mientras dure el sabor a aquellos momentos, de comida singular, con revistas para elegir los tres libros que desearamos y dejar volar por un momento nuestra infantil libertad.
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