Ella2

... Las sábanas todavía acariciaban sus mejillas, sentia la suavidad y pensaba que no quería salir de allí, cerraba los ojos con fuerza queriendo soñar con él, pero él... no aparecía; su rostro no era definido, ni siquiera podía ver el color de su pelo.
Con una mano retiró la cubierta que le cubría y empezó así un nuevo día, cansada del día anterior calentaba leche en un pequeño cazo, y admiraba como caía, con esa fuerza y ligereza en el interior del alargado vaso, las tostadas se estaban calentando, cada pequeño mordisco de aquel desayuno silencioso, lento, muy lento en que solo estaban ella y sus pensamientos era la recarga que necesitaba, casi el momento más feliz del día.
Salió de casa pensando que sería un día especial y decidió ir a la floristería a comprarse una única flor porque pensó que lo merecía, una cala, su flor favorita, pero solo una, no hacía falta más. La llevo a casa, era fuerte pero delicada a la vez, la puso en el comedor como centro de mesa, en un viejo y simple florero al que sopló el polvo tras años encerrado en aquel armario, era el momento de sacarlo, no había que mirar atrás, pero asumir la realidad, no había que mirar hacia delante eso ya vendría, contemplaba aquella flor y se sentía llena, algo había cambiado esa noche, algo pasaría, y recordó que solo eran 6 días lo que quedaba, pero no sabía para que, hacia varios meses que un extraño/a había estado dejando notas con números en los lugares que ella pudiera ver, aunque ni siquiera sabía si eran para ella...

CONTINUARÁ

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