Margarett Risson, era una estupenda cantante, de aquellas que podía llegar a las más altas cimas del triunfo.
Pero... eso eran solo sueños y paparruchas; pisando la realidad se encontraba en un antro donde solo acudían borrachos, miserables y alguno que otro personaje de apariencia extraña.
Cada noche Mag cantaba una canción tras otra mostrando su cuerpo y jugando sobre la tarima con obligación a sonrreir por aquello de lo que no se sentía orgullosa, veía como los cuatro hombres de siempre, (si es que se podían catalogar como tales) babeaban bajo sus piernas pidiendo más de lo que ella estaba dispuesta a dar; ellos olían a una mezcla de humo y noches sin ducha, añadiendo a este repugnante olor la fuerte cerveza importada de un país lejano que no puedo recordar.
Terminada la actuación, Maggi reflexionaba en su camerino frente al espejo viendo en lo que se había convertido; ¿acaso había perdido su potencial?, ¿elegía siempre el camino incorrecto?, ¿o su destino era acabar con alguno de esos extraños que tanto repugnaba? Pero al no encontrar las respuestas que deseaba oir pensaba en que quizas mañana sería otro día mejor.
Cuando llego a casa la noche del 20 de Junio del 2010 se encontró una nota pegada en la puerta, a escasos milimetros de la mirilla; era un posit corriente, de esos color amarillo, pero unas letras rojas y de tamaño anormal, decían "solo te quedan 7 días" -¡maldito número! (gritó ella tras un potente portazo en aquella puerta blidada).
La luz de un nuevo día la despertó al entrar por las rendijas de la persiana, ...
CONTINUARÁ.
Pero... eso eran solo sueños y paparruchas; pisando la realidad se encontraba en un antro donde solo acudían borrachos, miserables y alguno que otro personaje de apariencia extraña.
Cada noche Mag cantaba una canción tras otra mostrando su cuerpo y jugando sobre la tarima con obligación a sonrreir por aquello de lo que no se sentía orgullosa, veía como los cuatro hombres de siempre, (si es que se podían catalogar como tales) babeaban bajo sus piernas pidiendo más de lo que ella estaba dispuesta a dar; ellos olían a una mezcla de humo y noches sin ducha, añadiendo a este repugnante olor la fuerte cerveza importada de un país lejano que no puedo recordar.
Terminada la actuación, Maggi reflexionaba en su camerino frente al espejo viendo en lo que se había convertido; ¿acaso había perdido su potencial?, ¿elegía siempre el camino incorrecto?, ¿o su destino era acabar con alguno de esos extraños que tanto repugnaba? Pero al no encontrar las respuestas que deseaba oir pensaba en que quizas mañana sería otro día mejor.
Cuando llego a casa la noche del 20 de Junio del 2010 se encontró una nota pegada en la puerta, a escasos milimetros de la mirilla; era un posit corriente, de esos color amarillo, pero unas letras rojas y de tamaño anormal, decían "solo te quedan 7 días" -¡maldito número! (gritó ella tras un potente portazo en aquella puerta blidada).
La luz de un nuevo día la despertó al entrar por las rendijas de la persiana, ...
CONTINUARÁ.
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