Anonadada ante la situación,

Decidí matarme para evitar la lamentación,
incomoda en esta dimensión,
estaba destrozando mi estómago,
lo cambie en el mercado por unos pulmones y un corazón,
para destrozarlos a ellos y que no fuera siempre el mismo el afectado.

De un día a otro se destrozó la familia,
parecia que de nada servía,
se fue a tomar el aire amargamente en lugar de preguntar cual era la pesadumbre,
las orejas ajenas escuchaban susurros provenientes del interior,
de las voces que gritaban para dentro.

Aqui lloro y expongo los pesares que atormentan la existencia de lo que en un principo fue.

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