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Mostrando entradas de mayo, 2011

Mera observación

Aproximándose está lo que concluirá en un nivel más, apremian las prisas allí dónde el trabajo no fue constante, presentaba altibajos en las escalas de no superar, preguntome yo si tras el fin merece la pena continuar en estas cuatro paredes, evidente es que los aromas que hoy me rodean mañana me seguirán, más el polvo bajo la alfombra puede ser o no ilegal, produce tal vez trastornos en mi personalidad, pero más vale malo conocido que bueno por conocer, hay que arriesgarse dicen, pero en cuestión de convivencia, ¿merece la pena? Els dubtes que m´arroseguen...

Recuerdo de una tarde

El sol quema el frágil aleteo de las aves que rondan en circulo sin destino,atonta su inteligencia dejándolas cual polvo en el aire desorientado, haciendo de ellas perdidas plumas que sopladas por el viento sienten ser parte de él, entra en los ojos arena, el sonido del mar con sus piedras al chocar cuentan las palabras que solo se pueden susurrar, apenas se pueden escuchar, son solo sentidos que se han de inventar, un soplo inesperado hace caer un ave a tierra, justo en la orilla del mar.

Lazos inesperados

Mapa terrestre bilateral donde la reunión accede a los lugares más inesperados siendo lugar de encuentro, el destino que menos esperas, no pensaste que tropezarías de nuevo, pero quizás no importa porque tal vez, sea aquello que tenga que ocurrir para dar portazo con la realidad y entender que las preferencias no se encuentran en una chaqueta roja o una colilla mal apagada, si no, en las estrañas hojas que encuentras día a día dándote con viento en la cara para leer el árticulo de la primera página.

Tele no, tila.

Me presento; una sala gris, una rígida silla de madera, cuatro paredes que limitan la realidad, yo sentada en ella, sujeta de pies y manos, con mis pensamientos extraños, girando velozmente con la cabeza, trazando circunferencias de derecha a izquierda, repeticiones constantes, un pitido agudo suena en la sala que limita con esta, y entra un olor que llega a colocar, una gotera que se encuentra cercana a la silla golpea contra el suelo, el sonido que transmite es sencillo lento pero feroz, tic, tac, tic, tac, se asemeja a esos relojes que no soporto cuando deseo conciliar el sueño, comienza a sacarme de quicio, las vueltas que daba con la cabeza aumentan su velocidad, hasta en un mal giro, truncar el cuello y caer junto a la silla contra el duro cemento gris del suelo